Es evidente la relación que hay entre la investigación científica en el
campo biomédico y la salud. También lo es la que hay entre la investigación en otros
campos del conocimiento, propios de la física y de la química, y el desarrollo
tecnológico. En definitiva, la investigación científica, y cada vez en mayor
medida, es la condición para que se produzcan avances significativos en áreas
claves para el bienestar humano. (Pérez, 2014).
Una nación sin conocimientos científicos dejaría de existir, desaparecería.
La ciencia ha sido la causante de poder describir todos los fenómenos que se
pueden contemplar, desde la física que nos permite describir aspectos de
energía, tiempo, espacio, la química que permite la realización de medicinas,
hasta la biología que permite conocer cómo se originó la vida.
Las sociedades democráticas comparten con la ciencia esos mismos valores. Y
comparten, en cierto modo, su forma de progresar. Esos valores (optimismo,
tolerancia, escepticismo y humildad) son los valores que adornan a las
sociedades democráticas; son esenciales para el progreso científico y para el
progreso social, y su cultivo a través de la ciencia tiene efectos sistémicos.
(Olivé, 2015).
También como lo manifiesta el autor, una sociedad sin identidad científica,
los principios de democracia fenecerían y con ello la lucha por la libertad de
expresión, de prensa, de tránsito; literalmente cualquier persona haría lo que
le convenga porque sin la enseñanza de las ciencias no existiría progreso
social.
Un elemento esencial es que la ciencia es meramente comunicable. ¿Qué sería
de este mundo si en las épocas de antaño los grandes científicos no hubiesen
comunicado sus avances?, muy probablemente el mundo se hubiera inmerso en un
estancamiento.
La difusión de los resultados experimentales, abrió la puerta para que el
conocimiento fuera expandido. En esas épocas eran privilegiados los que podían
acceder al conocimiento científico. De ahí el auge por las ciencias fue tomando
protagonismo, los estudios de los grandes científicos al ser difundidos,
comunicado, permitió que otros científicos continuarán con sus investigaciones
o refutar completamente sus teorías.
De esta manera la ciencia fue revolucionando en el mundo, el nacimiento de
las ciencias en la época del renacimiento permitió que surgiera el concepto de
nación, que va dar origen a los valores de humanismo, equidad, justicia y de ahí se formarán las repúblicas
soberanas.
Entonces si la ciencia ha existido desde tiempos inmemorables, como símbolo
de progreso humano, no podemos soslayarlo, sino más bien se debe luchar por una
identidad científica, que el mundo reconozca que este país tiene potencial como
ya lo ha demostrado, no se puede dejar que la ciencia pase desapercibida en la
vida, al contrario debemos contagiar a los colegas para que enseñen ciencias
para la vida, que comprendan la responsabilidad de integrar cada día una
identidad más científica, para el bienestar de todos.
Referencias
Olivé, L. (2015). La
cultura científica y tecnológica en el tránsito a la sociedad del conocimiento,
Universidad Autónoma de México. Recuperado de: https://olimpiadadefilosofiaunt.files.wordpress.com/2012/02/olive-21.pdf
Pérez, I. (2011).
Importancia de la educación científica para el progreso humano, Universidad del
Vaco, España. Recuperado de: https://culturacientifica.com/catedra-de-cultura-cientifica/
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